Escenas que suceden en tu vida
no permiten destaparte ante
el alma de un amor que sin duda
tiene oidos y puede enmudecer
las palabras que no quieras
que caminen por las calles.
Mi mente no comprende
el sentimiento que generas
al momento de pensar
si estría bien o estaría mal
recitar las situaciones
que divagan por tus ojos.
Te he enseñado la confianza
la has tocado con tus manos
tu escucha ha madurado
pues envía a la razón
deciciones sábias y dulces
que me ayudan a crecer.
Pero qué me falta a mí
para brindarte ese flujo
tan pequeño pero honesto
tan delgado pero fuerte
de sapiencia
que quizá por un momento
podrás necesitar...
martes, 31 de agosto de 2010
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