jueves, 14 de julio de 2016

Orla

Destellos agrietados descendiendo entre espirales luciérnagas, danzando radiante, reforjando sueños vividos y perdidos. Formando siluetas mudas y fijas que emiten sentimientos comprimidos táctiles. Sonrisas perdidas en realidades inequívocas, tragos de acerba verdad. Saltando sobre pilares cristalinas coexistentes, harapos flotantes absorbidos por el cuerpo. Reposando sobre tierras verdes y húmedas, mirando por el orgánico espejo que absorbe mis lágrimas saladas, jóvenes y vetustas, cada vez más vacío en esta vasija de piel. Esperando a que las alas vuelvan a regenerar y poder navegar por entre las estrellas que son tan idénticas a mí.