miércoles, 29 de enero de 2014

Necia superficialidad

Ya son 26 años, y 26 caminos que me enseñaron qué pasos dar, qué brincos realizar al andar. Ya son 26 años, y lo mejor que solo ha pasado es la esperanza de disfrutar todo lo correcto que sucede en este show. Es ahí cuando mis suspiros decididos necesitan un tanque más de oxígeno para que surjan positivamente. Ya son 26 años, la fé aún sigue un poco sola, viendo estrellas con ilusiones rotas como piedra. Ya son 26 años, y el golpe aún continúa sangrando, tratando de sanar llamando a enfermeras por teléfono. Es entonces cuando miro al espejo y necesito concentrarme porque estoy perdiendo la razón. Tomo entonces esos objetos insustanciales porque el autoestima amenaza con abandonarme por otro cuerpo. Ya son 26 años, y se que no he ganado el trofeo de oro, pero todo va pasando tan rápido que no me doy cuenta. Ya son 26 años, y mucha gente me rodea, pero ¿podría alguien demostrarme que lo superficial es una irracionalidad? Se que no es el final y aún no he comenzado, temerle al vacío y estar dentro de él, mejor volar y dejar todo abajo, tarda tanto y dura tan poco, no ver lo mejor que me depara el destino, tener que buscar en quién confiar, este es el lado que no ha mejorado, éste es el regalo que se me ha depositado, el truco sucio de la sociedad superficial.