lunes, 15 de abril de 2013

Una basura más

Muchos dicen que la vida que tiene uno es como la elige, en parte tienen razón pero yo creo más en la idea del destino, del motivo, del por qué. Hoy una vez más lloré, al darme cuenta como mis amigos y demás personas que conozco, van cambiando, van creando nuevas vidas, cosas que yo aún no he logrado ser, y a mi edad continúo en dudas. Dudas que ya entorpesen mi cerebro, dudas que me bajan los ánimos, dudas que me hacen sentir tirarlo todo a la basura, dudas que me hacen dar un paso atrás. El amor, hoy en día, no es más que una palabra que la sociedad la transforma insípida y sin valor moral. El amor, hoy en día, no es más que una burla para aquellos que no creen en él. El amor, hoy en día, es tomado a la ligera, fácil de pronunciar, difícil de comprender. Un ser romántico no puede ser feliz sin el amor, un ser romántico bebe, come, respira del amor, simplemente vive gracias a él. Pero un ser romántico que no encuentra ese camino está condenado a sufrir, sufrir por no ser amado de parecida manera. Sufrir, no por que quiera (porque a nadie le gusta sufrir) si no por no poder vencer las ideologías científicas que envenenan ese sentido, que cegan al hombre y lo embarran de vergüenza e hipocresía en sí mismos, evitando fluir ese sentimiento ante la gente, gritarlo a los cuatro vientos, sentirse orgullosos de ello. El romanticismo se lo enjuagan del cuerpo, ya no se cree en él y junto con él se acaba mi vela. Una vez en mi vida he creído tener el amor, Yo una vez en mi vida creí amar, Yo una vez en mi vida pronuncié el amor y fui feliz. Lo tenía todo... me faltaba nada. Me sentía libre. Ahora lo tengo encapsulado, escurriendose por pequeños canales donde a penas puede salir. Con tantas ganas, tantísimas ganas de volver a expulsarlo, pero me tapan la boca. Me tapa la boca con una sola mirada, me tapan la boca con una sola sonrisa, me tapan la boca con un solo abrazo. Pero que ganas las mías de volver a ser feliz, de volver a ser libre, tantas ganas las mías de decirte Te amo.