Carta a un amor perdido

Soy una egoísta lo sé por qué la conciencia me lo reprocha cada vez que te veo, al fin la amargura ha llegado a mi garganta y su sabor es tan fuerte que las lagrimas no logran deshacerse de ella. La tristeza que invade mi cuerpo, mi mente y mi vista me han convertido en el bufón de bufones. Ahora sé. Ahora sé. La tortura por la que viviste, ahora soy yo la que camina descalza por la tierra caliente. Y me lamento, me lamento tanto por no haber estado ahí cuando me necesitabas, lamento tanto no haber estado ahí para secar tus lagrimas y arroparte, lamento tanto todo el dolor que te causé con mis palabras y acciones. Te extraño tanto. Te extraño tanto y te necesito tanto como tú algún día lo sentiste por mi. Pero se que no estas aquí y no lo estarás porque yo algún día así lo hice contigo. Por fin me he dado cuenta, por fin ha llegado el momento en el que veo y recuerdo cómo solíamos ser... me sentía tan feliz y tranquila. Me sentía tan feliz. Y me niego a la escena de verte irte caminar lejos de mi jardín, te veo caminar y quiero gritarte, pero cuando lo hago ya no escuchas mi voz, y no puedes voltear, y das un paso más y yo quiero correr, pero cuando lo hago tropiezo de nuevo. Por qué tuvo que pasar todo esto? por qué tuvo que ser así? por qué tuve que ser yo la que enseñara y aprendiera? y tu el que aprendió y enseñaras a otra persona? me duele tanto saber que alguien más tendrá al hombre de sus sueños, solo porque tuvo una mala experiencia conmigo y no querrá cometer el mismo error en su siguiente relación, me duele tener que ser yo la pague los platos rotos. Se me hace tan injusto... pero a la vez tan justo... porque se que ahora estas tranquilo y feliz, se que ahora sabes el camino por el que vas y ya aprendiste a abrir la puerta de mi jardín y tus deseos ahora son de correr y volar. Se que te cansaste de permanecer en el mismo lugar todos esos años y yo tengo que dejarte ir, rehusandome a hacerlo porque te amo pero aceptandolo porque eso es tu deseo ahora. Eso es todo lo que quería decir, amor mío. Yo siempre estaré en este jardín y mi corazón será siempre tuyo.