martes, 21 de abril de 2015

ShiC+

Parece que en sus ojos se ve el universo, sus labios tan tranquilos, siempre. Una que otra voz sueltas por ésta ventana, y cuando me llamas, abres una sonrisa en mi boca, las ganas se alborotan por corretear la noche, allá afuera. Las olas del mar me seducen a acompañarte. ¿Quién diría que fueras una inspiración? Mi imaginación cobra vida y vuela sobre las nubes, directo hacia el cielo estrellado, frecuentando aquella visión, retornando a las imágenes que me regalaste. Sin buscar otros escenarios estabas sentado entre el público, espectador ocupándose de sus asuntos y al distraer mi guión comprendí. Por los vientos, en veces, se escucha tu sonido. No me queda más que estar en la espera, en un lugar, acompañada del tiempo que tienda sus brazos a mi favor.

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