miércoles, 4 de febrero de 2009

Arcángel

Era tarde de otoño,
me encontraba debajo de un árbol
con sus hojas callendo
y el suelo tapizado de colores marrón,
el sol estaba por esconderse del cielo anaranjado.
Sentía un corage muy grande por dentro,
no sabía por qué
y para desahogarme
aventaba piedras a las palomas...
muchas palomas que se encontraban
descansando en esa pequeña pradera,
ellas salían volando y volvían a ponerse en pie.

De pronto miré que una de mis rocas se dirigía
a unas alas grandes.
Había reaccionado pero ya era tarde.
Un niño de cabellos oscuros y ojos sobresalientes
se asomó debajo de esas alas cafés
y me miró con temor.
Sentí una culpa que aplastaba mi cuerpo,
pues nunca pense que fuera ser un ángel.
No sabía qué hacer. En ese momento,
apareció otro ángel, pero esta vez
era un adulto, me miro con rencor y abrazó
a la criatura protegiendola de mí.

Me desperte llorando de ese sueño,
pues no supe qué me había pasado,
ni por qué estaba tan enojada y sobre todo
por el temor que le había causado a
la pequeña criatura.
Creo que es mi ángel de la guarda.
Ya no lo he vuelto a ver,
sin embargo sigo con la esperanza
de encontrarlo aunque sea en mi mente
para brindarle todo mi cariño y pedirle perdón.


Imágenes para hi5


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