jueves, 20 de febrero de 2014

Destino

Solitaria te encontré, un domingo por la tarde, en ese instante me acerqué, pues te había abandonado aquél cobarde. Sollozabas sin aliento, divagando por las calles, tu pequeño cuerpo sin alimento, demostraba tus detalles. Ahora estas a mi lado, tan completa y serena, seguiré cuidando de ti, en las malas y en las buenas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario